¡Un jardín entre el cemento!. Queríamos un trocito de campo en nuestro colegio. Salir del aula y tocar la tierra. Y ahí está, lo tenemos, con sus pequeños parterres listos para cultivarlos. Yo cultivo, yo me cultivo. Aprendemos los reflexivos con la naturaleza. Aprendo a ser con ella. Ya puedo aprender de la vida y convertirla en conocimiento. Crecemos con las plantas que plantamos. Vaya planteamiento. Ahora queremos pensar en verde: ¿qué huerto queremos?.
Agradecemos a Mario, de Erase una vez un huerto (colegio Costa Blanca) que nos transmita su experiencia. Ya soñamos con papayeras, plataneras, granados... ¿os imagináis ya las frutas de la castañera en el próximo curso?
Bienvenidos al maravilloso mundo de la horticultura,fuente de satisfacciones y también de decepciones.Nada es perfecto y menos la naturaleza,pero ya os iréis dando cuenta.No preocuparos demasiado, de los fracasos se aprende.Regarlo con ilusión y abonarlo con mucha paciencia para tener cosechas enormes de satisfacción.Si os coordináis bien será una experiencia enriquecedora para adultos y niños,aumentarán las relaciones entre profesores y padres y mejorará el ambiente en las aulas.Se pueden montar muchas actividades entorno al huerto que enriquezcan el currículum de los niños y que recordarán cuando vayan dejando el cole para pasar al instituto.Os lo digo por experiencia propia de niños que se han ido de mi cole y aun me conocen por la calle y se acuerdan cuando me ayudaban en el huerto.Haréis amigos de faena sanos porque la tierra une mucho y no distingue entre clases sociales, eso es bueno.
ResponderEliminarOs deseo de corazón que os vaya,como mínimo, como a mi me ha ido.Un abrazo a todos desde el costa blanca.