Cargados de energía, para desarrollar un trabajo que requiere fantasía, habilidad y organización, se pusieron manos a la obra.
El objetivo es ambicioso por un doble motivo. Ahora podemos desvelar el primero: quieren llevar ilusión a las niñas y niños de la clases de primaria, ofreciéndoles un precioso regalo.
Y para ello, van elaborando los componentes uno a uno, hasta conseguir un gran resultado:
El segundo motivo es más misterioso. ¿Recordáis la historia de Frankestein...? Ese doctor que quería crear vida..., pues ¡ellos también quieren crear vida!
Y finalmente, ¡este es el resultado!:
Consiguen así llevar un juego de semillas a cada clase de infantil. Si hay suerte y los planteles prosperan, pronto las niñas y niños de infantil podrán trasplantarlos al huerto y tendremos ocasión de poder contar otra historia.
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